Mi ego, tu ego, nuestro ego...en esencia *

Gustando de tu esencia

Nuestros espejos no siempre dicen la verdad. Si queremos ver otra cosa y no lo que somos, eso veremos y no lo que realmente proyectamos. Tenemos libre albedrío y con él podemos lastimarnos o curarnos, elevarnos o permitir que nos subestimen, permitir denigrarnos o dignificarnos.



Si un día al despertar, dejamos de engañarnos, admitiendo, sinceramente desde el corazón y la razón, que somos simples mortales pero auténticos, nos daremos cuenta que la mejestuosidad que el ego nos ha dado, es na imagen falsa, una proyección vil, y no la réplica de nuestra verdadera identidad espiritual, nuestro ser esencial.


Ser auténtico no es fácil, muchas veces estamos sujetos a lo que debe ser, a lo que les gusta a los demás, y es tan grato sentirse reconocido y querido por todos, sin embargo se debe cuidar no perder la esencia .

Con la vanidad, se pueden armar estupendas historias, hermosos castillos en cuentos de hadas, pero seguramente tan vacíos como el alma. Deseos, miedos, dudas e inseguridades, en realidad son prestadas, impuestas, determinadas por el ego. No tiene nada de esencia. Es una creación de la mente, no viene de la verdad del ser interno, esa chispa divina que nos trajo a la vida, perfecto y en armonía absoluta. Todos los desequilibrios, las frustraciones, los fracasos, los dolores que sufrimos, son producto del dominio del ego desproporcionado sobre el ser real inalterable.


Pero no se trata de anular al ego, ni combatirlo, sino ponerlo en su lugar y medida, hacerlo aliado nuestro, paraq que nos sirva y no ser sus esclavos. El ego, en equilibrio , es una herramienta maravillosa para evitar caer en el extremo opuesto de la desvalorización y el sometimiento a la mirada de los demás. Que los otros piensen, digan y hagan lo que quieran. Es su libre albedrío. Aún cuando hablen de uno de la manera más despectiva , el secreto es que no nos alcance, que no altere, ni afecte nuestro rumbo. Hay que escucharlos sin que su opinión o crítica haga daño.
Después de todo; todo lo que se ve en los demás y vicersa es una proyección propia. Lo que enoja, lo que irrita, lo que nos desagrada de otro, es lo que no se ha resuelto en uno mismo.


No permitamos que eso nos aparte del camino ese camino que debemos recorrer por el paso de la esta vida hacia arriba y hacia delante.


Deseo de todo corazón que tengas un absoluto dominio y equilibrio sobre la ilusión y la realidad de tu ser esencial. Ese cambio te liberará de todo obstáculo. Y no permitas que nada ni nadie lo altere.
Como todo perfume puede le guste a unos pero no a todos...y eso qué? Yo me gusto? Tú te gustas? Gustemonos así! siendo en esencia ...auténticos.

By   A*