lunes, 2 de mayo de 2011

La Pregunta *


Hoy les comparto este poema de Pablo Neruda que pertenece a  una  serie de versos del libro llamado "Los versos del capitán" que por mucho tiempo estuvieron en el anonimato por considerarse muy intimos. El prólogo, de este libro es completamente falso en cuanto a datos históricos, fue inventado por Pablo Neruda – o quizá por su pareja de entonces, Matilde Urrutia – porque en aquel momento el poeta prefería mantener el anonimato del libro y no quería herir a la que aún era su esposa, Delia del Carril, de la que se encontraba en proceso de separación.

Neruda dividió el libro en siete partes. Las cinco primeras se titulan “El amor”, “El deseo”, “Las furias”, “Las vidas” y “Oda y germinaciones”. A continuación sigue un largo poema, llamado “Epitalamio”, que significa “poema escrito para celebrar una boda”, y, por último, el poema más largo, “La carta en el camino”.

La clave de la estructura de este libro está en el poema “Epitalamio”, canto de bodas. En él celebra el poeta la unión con su amada, que ha pasado previamente por las cinco etapas de noviazgo descritas en cada capítulo. Celebrada la unión, el último poema, “La carta en el camino”, es el poema de la separación, contrapunto necesario a todo enamoramiento.

 
No cabe duda, que hermoso es ser una mujer capaz de inspirar los más bellos, desenfrenados y hermosos sentimientos en un hombre , sea poeta o no... A continuación "La pregunta" que pertenece a la etapa de " Las furias "


 


Amor, una pregunta  te ha destrozado.
Yo he regresado a ti
desde la incertidumbre con espinas.

Te quiero recta como la espada o el camino.
Pero te empeñas en guardar un recodo
de sombra que no quiero.

Amor mío, compréndeme,
te quiero toda,  de ojos a pies, a uñas,
por dentro,  toda la claridad, la que guardabas.

Soy yo, amor mío, quien golpea tu puerta.
No es el es el fantasma, no es  el que antes se detuvo 
en tu ventana.  yo echo la puerta abajo:


Yo entro en toda tu vida: vengo a vivir en tu alma:
tú no puedes conmigo.
Tienes que abrir puerta a puerta, tienes que obedecerme,
tienes que abrir los ojos  para que busque en ellos,
tienes que ver cómo ando con pasos pesados
por todos los caminos que, ciegos, me esperaban.


No me temas, soy tuyo,
pero  no soy el pasajero ni el mendigo,
soy tu dueño,  el que tú esperabas,  
y ahora entro en tu vida, para no salir más,
amor, amor, amor, para quedarme.







                                                                                             By Pablo Neruda *









5 comentarios:

Yessi dijo...

Es un poema hermoso y muchas gracias por la introducción.

Un beso.

Maury Santos dijo...

Pablo es mi maestro eterno!
Muy bueno blog..
Saludosss..

PAOLA dijo...

Mil gracias Veraine por sentir como yo!

Matías dijo...

un milagro, otro más, de Neruda.

besos

Alexander Strauffon dijo...

Buen espacio.